Ricard del Alcázar: «La búsqueda de la excelencia interna es lo que nos va a diferenciar del resto»

Quien conoce a Ricard del Alcázar i Viladomiu sabe que no para. Es activo, eficiente y llegará a donde se proponga.

En esta entrevista comparte algunos tips para:
Lograr tus metas.
Gestionar a las personas ‘antídoto’ y a los ‘criptonita’.
Alcanzar la excelencia interna.

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Vivimos en la época del cambio y la incertidumbre constante. ¿Cuál es la clave para gestionar varios focos de estrés a la vez?

No ponerte nervioso. En cualquier faceta de la vida hay cosas más prioritarias y más urgentes. Las ordenas, y si te entra otra cosa diferente y tiene más prioridad que la anterior, las vuelves a ordenar, y vas una detrás de otra. No hay más. La clave está en no ponerte nervioso.

Yo soy muy activo y la gente puede pensar que soy nervioso de por sí, pero no es cierto. No hay día que no vaya a mil por hora, pero a la hora de gestionar no me pongo nervoso. Hay una diferencia. Las cosas, un detrás de otra y si pueden ser cinco a la vez, mejor que una porque, si no, estás focalizado en una y en hacerla perfecta.

Ricard del Alcázar.

Ricard del Alcázar.

¿Ese es otro truco, olvidarse de la perfección?

Hay que buscar la excelencia interna y poner pasión a lo que hacemos para que salga perfecto, pero si tienes cinco cosas, más vale hacer cinco casi perfectas que no una sola excelente. Además, cuando solo tienes una cosa en la que focalizarte y lo has conseguido siempre te queda el ‘run run’ de si es realmente excelente y perfecto. En cambio, si tienes otras cosas no te da tiempo a pensarlo.

¿Hay límite para crecer, profesionalmente hablando?

No hay límite. Ahora bien, cualquier cosa llevada al extremo es un problema. Primero tienes que consolidar lo que estás haciendo actualmente y, si quieres hacer algo nuevo, que para mí ya es algo ambicioso, te puedes apoyar en mentores, referentes o personas en las que creas, para compartir inquietudes y conocer otras experiencias.

Yo intento tener referencias de otros profesionales para aplicarlas en cada momento en el que me encuentro. Siempre busco con quien pueda compartir concocimiento o inquietudes, aunque sea algo breve. En la ambición también hay un aspecto motivacional, de querer seguir creciendo profesionalmente.

¿Tenemos que crecer? Sí. ¿Tenemos límite las personas? No. ¿Debemos ir con cautela? Sí. ¿Tenemos que focalizarnos en qué queremos a futuro? Sí.

Ricard del Alcázar y Sandra Lorente.

Ricard del Alcázar y Sandra Lorente.

¿Y cómo, teniendo en cuenta cómo es nuestro día a día?

Dos o tres veces al año, cómo mínimo, cada persona tiene que pensar qué quiere: plantearse dónde quiere estar dentro de uno, tres y cinco años.

¿Tú lo haces?

Yo lo hago una vez al año (risas). Hay gente, o momentos, en los que uno no sabe lo que realmente quiere y en esos casos cuesta un poco más, por eso yo recomiendo dos o tres veces al año. Pero si estás en un momento donde lo tienes muy claro, esa revisión ya no te cuesta tanto y con una vez al año valdría. Se trata de pararse dos días a reflexionar sobre lo que quieres y las acciones que debes de tomar, para que las decisiones que tengas claras no evolucionen hacia atrás.

Y, después de esa revisión, ¿qué sucede?

A partir de ahí, ejecuta tus acciones en función de las decisiones que has tomado o que quieres tomar. Eso te va a permitir avanzar un poco más hacia a tu objetivo, te permitirá no retroceder y, además, te obligará a ejecutar cada acción sí o sí para seguir aproximándote a donde tú mismo has decidido.

Al menos, es lo que yo hago y me funciona. Si quiero algo, miro qué tengo que hacer para llegar hasta ahí y no tirar hacia atrás, porque siempre hay algo que si lo haces ya no hay vuelta atrás. A veces pasa que puedes tener miedo o no ser tan ambicioso, pero si yas has tomado acciones concretas que te encaminan el miedo da igual, porque ya has dado el paso que te acerca al objetivo y te compromete para que no haya retrocesos.

Actuar para evitar el bloqueo…

Se trata de ejecutar en un sentido o en otro. De esta forma, sin quererlo, las acciones que tomas hoy te afectan durante la semana y las que tomas durante la semana te afectarán durante el mes y las del mes, durante el próximo semestre o año. Y, sí, si las llevas a cabo aparecen los miedos, pero lo estás intentando, te estás moviendo.

Ricard del Alcázar y Sandra Lorente.

Ricard del Alcázar y Sandra Lorente.

¿Qué es lo que crees que nos va a diferenciar como profesionales en los próximos años?

La búsqueda de la excelencia interna, en cualquier faceta, a nivel personal y profesional, también hacia los propios compañeros, hacia el equipo que diriges y hacia la compañía en sí. Ahora… ¿Puede ser todo excelente internamente y 100% perfecto? No, porque cuando llegas a esa excelencia para ti no es suficiente, quieres serlo más todavía.

No puedes esperar que los que te rodean funcionen o trabajen igual que tú. Hay que ser conscientes de que la gente, aunque pertenezca a nuestro equipo, es muy diferente a ti e incluso entre sí.

¿Entonces cuál es el hilo conductor hacia esa excelencia interna?

Va más allá del conocimiento. Porque aunque alguien no domine algo, si tiene actitud y ganas de aprender aportará mucho más que una persona que sepa mucho de esa materia en concreto. El primero llegará mucho más lejos y esa es la diferencia. No sé si es motivación solo o mezcla de ambición y búsqueda personal, pero cuando llega a eso tu excelencia interna está mucho más arriba.

Para mí, lo que nos va a diferenciar es eso, personas con ganas, actitudes que buscan la excelencia interna y que cada día quieran hacer algo diferente de lo que hicieron ayer.

Una vez escuché que, a veces, en las organizaciones hay personas ‘criptonitas’ y personas ‘antídoto’. ¿Cómo gestionar a ambos dentro de los equipos?

Hasta hace unos años pensaba todo el mundo era ‘antídoto’. Ahora creo que, la gran mayoría de la gente lo es, pero estoy de acuerdo en que también existen las personas ‘criptonita’ y, si no se gestionan, pueden destruir completamente el trabajo de todo un conjunto de profesionales que hacen bien el suyo y que funcionan muy bien.

El problema es no detectarlo a tiempo, porque eso precisamente te hace perder mucho tiempo. Esa es la gran frustración que puede llevar a un equipo a abandonar proyectos por culpa de los ‘criptonitas’.

¿Entonces?

Hay que rodearse de personas ‘antídoto’ día tras día e identificar bien a los ‘criptonitas’, con tiempo o durante el proceso, porque se les puede identificar. Es cierto que si estás llegando al final Y esde un proyecto y no has identificado a tiempo al ‘criptonita’ te lo puede llegar a tirar por el suelo.

Al final, bien gestionado, el ‘criptonita’ se puede llegar a sumar al proyecto. Si no, no va contigo y no pasa nada. También es legítimo. Lo que no comparto son las maneras de hacer destruir gratuitamente un proyecto, tanto de un equipo como de un profesional concreto, por el afán de alguien.

¿Tenemos que aprender a vendernos mejor como profesionales?

Sí, y eso no significa, vendernos cada día, cada hora. Está muy bien hacer cosas, pero si nos olvidamos de explicarlas es como si se quedaran sin rematar. Y eso pasa en muchas ocasiones, que logramos lo difícil, que es llevar a cabo un proyecto, pero no somos capaces de argumentar, trasladar y analizar su mérito.

Sin duda, nos tenemos que vender mejor. Si no lo haces, no pasa nada, solo que alargarás algo más en el tiempo lograr la meta que te hayas propuesto.

Supongo que eso se va adquiriendo con los años y la experiencia…

Es algo que viene con el tiempo, a raíz de las cosas bien hechas. Cuando te consolidas, reflexionas y sigues formándote a nivel profesional, te desarrollas, buscas otras maneras y otros aspectos, que te llaman la atención y de los que no tienes ni idea, para aportar tu granito de arena…

Debemos dedicar más tiempo a vendernos, trabajar en nuestra marca personal para mostrarnos mejor, porque hay compañías que buscan perfiles profesionales muy buenos y no los encuentran, pero estar están, existen. Lo que pasa es que muchas veces los profesionales no se han vendido bien. En otras ocasiones, son las empresas las que no han buscado bien.

Ese punto es muy interesante, justo ahora que tanto se habla de la crisis de talento, de la retención del mismo, de la falta de perfiles…

A veces las empresas se focalizan en buscar perfiles con experiencia en una materia muy concreta, en lugar de irse a sectores completamente distintos y escoger a alguien que le haga cambiar su visión de arriba a abajo. Y eso, esa aportación diferente, es lo importante. Salir de esa caja negra en la que nos atrapa el día a día.

Esa persona va a ser un líder donde lo lleves, aunque no sea un experto de ese nicho en ese momento. Por eso creo que hay que llevar el liderazgo también hacia arriba, hacia las personas que nos están dirigiendo.

¿Qué le falta a la logística para ser un sector sexy?

¡Uff! Bastante. ¿Genera mucho empleo? Sí. ¿Genera empleo atractivo? Empieza ahora. ¿Por qué la mayoría de los niños y niñas quieren ser futbolistas, astronautas, bomberos o policías? Porque son profesiones atractivas.

En su día, siendo directivo vocal de la Asociación para la Búsqueda Excelencia Logística (ABEL), propuse ir por las escuelas desde primaria y explicar la logística y generar interés en ella por parte de los más pequeños. En nuestro sector hay robots, vehículos de almacén autoguiados (AGVs) y muchas otras cosas que pueden hacerlo atractivo para ellos. La clave está en ellos, que son la base, y a partir de aquí crear atracción de talento.

Ahora sucede justo al revés, los profesionales de ingeniería, económicas o administración y dirección de empresas llegan al sector casi por casualidad y después se especializan. Se han hecho a ellos mismos sin tener una formación atractiva del sector para todos los niveles, tanto más básica, como media o superior.

¿A quién cederías el relevo de esta entrevista?

A dos personas. A Francisco Javier Malaver López, director general de Moldstock,S.L., porque para mí es un referente, y a Javier Andres Bartrina Navarro, porque es un profesional del que, cada vez que lo veo, pienso: algún día me gustaría ser como él.

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