13 Mar Pedro García Caro: «No puedes exprimir a la gente el cien por cien del tiempo»
Pedro García Caro es Physical Distribution Manager en 3M para España y Portugal. En esta entrevista hablamos de cómo
Con el trabajo, ha aprendido a conocerse a sí mismo.
La gestión real de equipos con puestos de trabajo más monótonos o repetitivos.
Los gemelos digitales y por qué todavía no son una realidad completa.
Pero, sobre todo, de no perder esa parte humana que nos hace conectar y que da sentido al trabajo, al estrés y al día a día.
PD. Mención especial, en esta ocasión, para Ana Álvarez Garrido por facilitar la conexión que ha permitido este Graffiti.
Ventas y logística. ¿Amigos, enemigos, depende?
Históricamente han sido enemigos, pero tienen que trabajar juntos. La comunicación entre ambas partes es fundamental. Te pongo un ejemplo: todos los meses tengo reuniones con el área de ventas del sector de hospitales. Tenemos mucha relación porque, si ambas partes no estamos al tanto de lo que va a hacer el otro, al final ni ellos van a vender ni yo voy a poder trabajar, porque sin ventas no hay producto que gestionar.
También es cierto que tú eres un logístico que ha pasado por el área comercial. ¿Qué aprendizaje te dio?
Aprendí más de mí mismo que de la profesión en sí. Estuve en ventas por primera vez con 25 años. Hay cosas que se salen de tu control, porque cuando trabajas con máquinas puedes controlar más o menos su trabajo y su forma de proceder, pero aplicar eso a las personas es más complicado. Lo que a ti te parece que está bien, al de al lado no se lo puede parecer. Aprendí a controlar las emociones y a ser más empático, a no contestar lo primero que se me pasaba por la cabeza.
¿Qué consejo le darías al Pedro García de tus comienzos?
Que viva el momento. Era muy impaciente. Cuando empecé estaba en la implementación de unas líneas y al final del día me preguntaban: ¿Qué tal te ha ido? Y yo contestaba muy negativamente, porque a lo mejor no había podido acabar lo que tenía planificado.
De hecho, no era consciente de que fuera así pero he tenido mucha suerte, profesional y personal, y ha habido gente que me lo ha transmitido y me lo ha hecho ver. Era demasiado perfeccionista, pero me he dado cuenta de que si quieres acabarlo todo perfecto no lo vas a acabar nunca. Por eso, hay que disfrutar el momento.
A veces, en la escuela e incluso en la familia, adquirimos gran parte de esa insatisfacción constante por querer más y mejor. ¿No crees?
Yo eso lo aplico más en la parte profesional. En la parte personal, depende de las capacidades de la persona con la que estás hablando. Creo que a las personas a las que quieres les exiges más. Tienes que ver lo que pueden dar. Ahora la vida es muy exigente, y a los hijos les tienes que enseñar a que hay que esforzarse.
Profesionalmente, no puedes exprimir a la gente el cien por cien del tiempo porque si no, no vas a conseguir nada, lo puedes lograr dos días pero a medio y largo plazo no se puede pedir todo siempre.
Antes hablabas de la suerte, ¿tú crees en ella?
Si no la buscas, no. Tienes que buscarla. Si no trabajas, si no te esfuerzas o no te preparas es complicado. También opino que no todo el mundo puede conseguir lo que quiera: yo por mucho que quiera y me esfuerce para jugar como Rafa Nadal no voy a conseguirlo. Cada uno tiene que saber donde están sus límites, aunque también es verdad que los límites los tienes que empujar un poco más allá cada vez. Pero eso de que si quieres puedes no me lo creo.
El trabajo en el almacén incluye a perfiles muy diferentes: mozos, conductores, administrativos, ingenieros… ¿Cuáles son tus retos en ese sentido?
La gestión de los equipos en logística es un gran desafío y muy difícil. Algunos son trabajos muy monótonos y, cuanto más lo es una tarea, más cansa y más fácil es cometer errores. Es fundamental tratar bien a las personas y tomar medidas para avanzar en esa línea.
En el caso de los mozos de almacén, por ejemplo, entiendo que ocho horas haciendo lo mismo, aunque no sea una tarea complicada, agota. Por eso, me gusta que la gente pueda rotar y que, dentro de la monotonía que es recoger cajas, puedas hacerlo con diferentes recursos.
También hay que cuidar mucho a los conductores de camión. Es un trabajo que siempre ha estado denostado. En muchos sitios, cuando llegan al almacén casi ni se les atiende. Hay que destinar espacios para que puedan descansar y asearse y también optimizar los tiempos de carga y descarga.
¿Cuáles dirías que son los retos del sector en estos momentos?
Unir eficiencia económica y sostenibilidad, porque como consumidores somos muy hipócritas: queremos conservar el medio ambiente, que todo sea sostenible, pero no queremos pagar por ello en la mayoría de los casos. Y, además, lo que compro hoy lo quiero para mañana y si puede ser en dos horas, mejor. Todo esto cuesta dinero y perjudica al entorno. Muchas veces quieres que tu compra tarde menos en llegar que lo que te ha costado decidirte y no es tan urgente.
Como va a ser muy difícil que cambiemos esa tendencia global, necesitamos eficiencia económica y energética. No sé si con furgonetas eléctricas, con drones o con qué, pero necesitamos mejorar eso, porque si no nos vamos a cargar el planeta mucho antes de lo que pensamos.
El otro día escuchaba que en China se habían repartido 150.000 millones de paquetes a lo largo del año. El dato es brutal. Los volúmenes del comercio electrónico son ya del tamaño de un monstruo, porque además la pandemia los ha acelerado.
¿Es cierto que la pandemia también nos ha llevado un proceso de relocalización o es solo una diversificación puntual “por si acaso”?
Con el Covid, nos dimos cuenta de que no es bueno que todo esté en China. En estos momentos, se está tratando de ser autosuficientes regionalmente, entendiendo como región en muchos casos EMEA (Europa, Oriente Medio y África), que es un área bastante amplia. Pero sí, muchas empresas tratan de reducir la dependencia de productos de China, India, Japón e incluso Estados Unidos, porque se han dado cuenta que hay que diversificar, relocalizar cerca de donde estás consumiendo.
¿Y será una decisión que se alargue en el tiempo?
Tengo mis dudas. No sé lo que va a durar, porque no aprendemos. No sé si dentro de cuatro o cinco años habrá alguien sentado en su despacho con su hoja de Excel que saque números y, al ver que es más barato fabricar en China que en República Checa, decida trasladar todo para allá otra vez.
Entonces, ¿crees que el grueso de la producción acabará volviendo a China?
Sí, porque en general se trabaja muy a corto plazo. Además, si la empresa es tuya puedes gestionarlo pero, si cotiza en bolsa, el resultado que quieren los accionistas es a muy muy corto plazo.
¿Qué potencial tiene el gemelo digital para la industria y la logística?
Mucho. Todas las implementaciones de gemelo digital todavía no son tal, son modelos, es decir, tú simulas el proceso sobre el que quieres actuar, obtienes una conclusión y el equipo tiene que implementarlo. Todavía no estamos viendo gemelos que interactúen solos en las dos direcciones. Falta cerrar ese lazo.
Lo bueno del gemelo digital es que es bidireccional. Tienes el modelo creado y con unos inputs puedes generar salidas para modificar de manera automática el comportamiento del sistema del almacén, por ejemplo. Tecnológicamente sí que estamos preparados para ello, pero mentalmente no.
¿En qué opciones de uso debemos centrarlo?
En la gestión de la demanda, que es una de las cosas en las que más nos vamos a tener que apoyar en la Inteligencia Artificial (IA). Es el punto más débil que tenemos en la cadena de suministro. Sin una buena gestión de la demanda todo lo que viene después (como fabricación, distribución o almacenaje) arrastra y multiplica esos fallos. Con el gemelo digital, la IA podría tratar mucha información y actuar directamente en la planificación.
Por el momento, son las personas las que analizan la propuesta que da el modelo digital y deciden si quieren cambiar de proveedor o modificar ese pedido, o no. Técnicamente estamos bastante preparados para que lo haga la máquina sola, pero todavía no nos acabamos de fiar de que lo haga bien.
Se habla mucho de logística predictiva. ¿Crees que el sistema puede saber antes que tú lo que vas a comprar o te induce a ello a través del marketing?
Creo que hay un poco de todo. Hay compañías más avanzadas en la gestión de datos que son capaces de predecirla para el Black Friday o el Día del Soltero. La gestión de datos va mejorando mucho. Los datos están, existen, el problema es no ser capaz de procesarlos. Cuando seamos capaces, mejorará esa previsión. A su vez, te van a inducir a comprar, a través del marketing y la publicidad. No es algo nuevo, lo que cambia es la forma de hacerlo.
¿A quién cederías el relevo de esta entrevista?
A Luis Almazán Navacerrada, director de Cadena de Suministro de Quilosa – Selena Iberia, S.L.U., porque además de estar muy vinculado a la logística me ayudó mucho cuando trabajé con él en 3M. Y también a Alberto Lozano, CEO de Redur, porque me parece muy interesante el trabajo que ha hecho junto a su hermano en la compañía que fundó su padre.
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