Alejandro Fernández: «El trabajo es la herramienta más potente que hay para la inclusión»

A veces se nos olvida lo privilegiados que somos. Nos perdemos en hacer complejo lo sencillo, en el ruido, en la vorágine del día a día.

Esta conversación con Alejandro Fernández Fidalgo es un golpe de realidad. Él es director Corporativo de Estrategia de ILUNION y director ejecutivo de la División de Servicios.

Llegué a él porque Roberto Pascual Paíno lo nominó para concederle el relevo de su entrevista. Y, la verdad, fue todo un acierto.

Espero que te guste el resultado, porque además está lleno de grandes mensajes.

¿Es la inclusión un tema todavía pendiente en el tejido empresarial español?

Afortunadamente, cada vez menos, pero queda mucho por hacer. Es cierto que hay colectivos que necesitan una oportunidad, no solo las personas con discapacidad. La exclusión afecta a gente que antes ni nos hubiéramos imaginado. Un ejemplo lo tenemos en el empleo rural, es importante permitir que las personas se puedan arraigar en sus pueblos y evitar que queden excluidas.

Hay que trabajar en modelos inclusivos en distintos colectivos, desde la discapacidad, hasta mujeres víctimas de violencia de genero o personas en riesgo de exclusión. El trabajo te da el enganche vital, es la herramienta más potente que hay para la inclusión.

 

Alejandro Fernández.

Alejandro Fernández.

En general, ¿crees que el día a día aleja a las compañías de buscar un propósito?

Sí, en muchos casos pasa eso. El día a día es muy intenso y complejo de gestionar por los distintos problemas o incidentes que se dan y te puede acabar alejando sin darte cuenta de esa misión final. Pero aquellas organizaciones que no tengan claro su propósito, al final, se van a enfrentar a muchos problemas de captación y retención de talento, problemas de modelo de negocio, viabilidad de su esquema de organización… El propósito no deja de ser el faro que guía a la empresa y todas las organizaciones necesitamos tener claro cuál es el nuestro. En el caso de ILUNION, es construir un mundo mejor con todos incluidos, muy vinculado a las personas.

¿Cómo se acerca la parte económica de una empresa, su competitividad y viabilidad, al propósito?

Cada organización tiene sus claves y tiene que encontrar su camino, su modelo. No hay una receta universal. Hay propósitos muy loables que buscan o tocan la tecnología y otros, como puede ser nuestro caso, tratan de cambiar la vida de las personas. Cada uno tiene que encontrar el suyo.

¿Cómo cambia una empresa la vida de las personas?

En nuestro caso, a través del empleo. Dar una oportunidad laboral, a personas que lo tienen mucho más complicado que los demás, les cambia la vida y nosotros lo vemos en el día a día. Son pequeños milagros, a veces, de personas que ganan en autoconfianza, en ganas de levantarse por la mañana y de engancharse a la vida a través del empleo.

Sandra Lorente y Alejandro Fernández.

Sandra Lorente y Alejandro Fernández.

Tanto a personas con discapacidad como a colectivos vulnerables les cuesta mucho más encontrar trabajo, aunque no tendría por qué ser así…

Esas personas, normalmente, traen una mochila llena de piedras, de frustraciones vividas… No es fácil afrontarlo. Muchas veces, proyectas tu vida de una manera y te sobreviene un accidente o te encuentras desafortunadamente con una mala persona por el camino… Sobreponerte a todo eso, ganar autoconfianza, sentirte fuerte y con ganas de pelear no es fácil. Es un trabajo muy intenso.

En ILUNION tenemos lo que denominamos unidades de apoyo, en las que contamos con cerca de 200 profesionales que dedican toda su jornada de trabajo directamente a ese trabajo psicosocial de apoyar no solo la contratación sino, posteriormente, hacer ese seguimiento, solventar esas dudas que se van planteando, acomodar a cada persona en su puesto de trabajo. La verdad es que todo el equipo hace un trabajo espectacular. Son casi todas psicólogas y trabajadoras sociales. Es un modelo único.

¿Crees que a veces al hablar de inclusión parece que no se habla de rentabilidad, competitividad o innovación?

La inclusión es innovadora. Al final es en la innovación social donde consigues alcanzar retos que ni nos hubiéramos imaginado. La inclusión es muy amplia, toca valores incluso superiores, como igualdad, equidad y diversidad. Abarca muchas cosas, pero la inclusión es competitividad y es innovación.

En el mundo laboral, ¿hay muchos mitos y tabúes vinculados a la diversidad o eso forma ya parte del pasado?

Ha evolucionado mucho, sobre todo en España donde llevamos muchos años de trabajo de concienciación de muchas organizaciones. En lo que se refiere a la discapacidad, que es lo que más puedo conocer yo, el trabajo de los últimos años de sensibilización con el tejido empresarial se va notando. Hay organizaciones como Grupo Social ONCE, Caritas o Cruz Roja Española que llevan muchos años trabajando para que este mensaje cale en la sociedad. Quedan muchas cosas por hacer, pero también hay que poner en valor lo que se ha hecho, porque se ha hecho mucho y muy buen trabajo en España

¿Cómo se pueden romper las barreras laborales?

Hay una vía, que es de base: la formación. Hay que mejorar la empleabilidad en general y, en particular, es necesario mejorar la capacitación, la empleabilidad y la formación de los colectivos que más difícil lo tienen. Es un trabajo de base que hay que hacer.

Desde las empresas, hay un factor importantísimo que es la accesibilidad. La accesibilidad a esas herramientas que permiten corregir las dificultades con las que una persona con discapacidad se puede encontrar: desde barreras arquitectónicas a herramientas informáticas. Las empresas deben ser accesibles.

Y, por último, que las empresas valoren que la diversidad suma. Al final, la inclusión y la diversidad dentro de las organizaciones es un valor diferencial.

Alejandro Fernández.

Alejandro Fernández.

¿Qué tipo de profesionales te inspiran?

Yo te diría dos. Aquellos capaces de gestionar sin estridencias: personas que son capaces de respetar a sus compañeros, a su equipo, a sus clientes, a sus proveedores y hasta a la sociedad, pero son capaces de gestionar sin necesidad de ruido, ni de hacerse notar. Es un modelo de liderazgo que me gusta.

También las personas que son capaces de mantener la autoexigencia durante un periodo prolongado, que son capaces de reinventarse y autoexigirse. Al final, esto es una carrera de fondo y hay que ser capaces de trabajar en el largo plazo.

¿Necesitamos más referentes profesionales?

Sí. El ser humano aprende imitando y con ejemplo de otras personas. Luego cada uno tiene sus referentes profesionales que le llenen, no a todos nos gustan los mismos artistas, deportistas o líderes empresariales. Cada uno debe buscar sus referentes y creo que son imprescindibles.

En un momento social como el que vivimos ahora, en el que la atención está cada vez más cotizada porque todo es una contrarreloj. ¿Qué lugar queda para la reflexión crítica?

Espacio queda poco. A veces es desalentador ver a la velocidad que vamos, ver que la gente no se para a pensar. Y, precisamente, reflexionar es un valor diferencial para las personas. Aquellas que consiguen separarse un poco de todo ese ruido de la actividad constante tienen muchas más posibilidades de triunfar en su vida personal y profesional. Conseguir esa calma es un valor diferencial.

Trasladado a la empresa, ¿necesitan los profesionales más tiempo real para la reflexión?

Sin duda. Son las organizaciones que consiguen promover esa reflexión o permitir que sus líderes o trabajadores puedan dedicar un tiempo a pensar y a reflexionar las que consiguen una ventaja competitiva respecto al resto. Para mí, ese es un valor a cuidar.

Alejandro Fernández.

Alejandro Fernández.

Roberto Pascual Paíno comentaba aquí hace unos meses que urge que las empresas abran el melón de la salud mental. Depresión, estrés, ansiedad…

Las personas no somos de hierro, ni somos máquinas. Nadie nos programa. Hemos avanzado mucho en romper el estigma de la salud mental, de atrevernos a compartir con compañeros, familiares o vecinos que estamos pasando por una etapa complicada. Eso nos puede pasar a todos.

Desde las empresas creo que hay dos tareas: la prevención, es decir, no generar ecosistemas o climas que puedan propiciar la aparición de este tipo de problemas. Y, si estos han surgido, medidas correctoras, que puedan apoyar al empleado con situaciones que le permitan mejorar.

¿Qué es para ti la excelencia?

La excelencia para mí es una forma de encarar las cosas, los problemas o las situaciones, cada uno lo que le toque, desde los estudios al desempeño profesional. Ponerse metas altas que sobre salgan que exijan lo mejor de uno mismo. La excelencia no es un tema objetivo, es una actitud.

¿Y el éxito?

También tiene un componente subjetivo. Las personas, cada uno en su parcela, pueden ser personas de éxito, sin necesidad de ser famosas ni de destacar. El éxito no está en los likes de las redes o de Internet. El éxito es como cada uno vive su desempeño y su vida.

Sandra Lorente y Alejandro Fernández.

Sandra Lorente y Alejandro Fernández.

En algún sitio he leído recientemente: Aportas o aparta. ¿Nos estamos cargando el término medio?

Sin duda. Eso lo vemos en lo polarizada que está la sociedad. No dedicamos tiempo a leer o escuchar planteamientos distintos a los nuestros. Rechazamos, ya no digo dar la razón, ni siquiera escuchar, al que opina diferente. La discrepancia es sana, pero rechazamos al que opina distinto a nosotros y eso es un drama en la sociedad de hoy en día. Apartamos al que entendemos que no va a ir en la línea o el camino que nos gusta.

Vivimos en un momento de crisis continua. ¿Cómo se gestiona la incertidumbre ante tanto drama?

En parte, con la reflexión. Con calma. A nosotros nos duele la incertidumbre que vivimos hoy, pero hace 20, 30 o 40 años también había incertidumbre. Nuestros padres o nuestros abuelos vivieron situaciones de incertidumbre tremendas, guerras, desencuentros… pero tendemos a maximizar lo que nos sucede hoy. La historia está también para analizarla o leerla.

Alejandro Fernández.

Alejandro Fernández.

¿Qué consejo le darías al Alejandro Fernández de hace 15 años?

Que no tenga prisa. Que viva el tiempo que le toca. Que disfrute de cada momento. Que todo llega. No hace falta querer quemar etapas ni correr, porque en la vida todo llega.

Hace poco escuché que, para comunicar bien a los demás, hay que comunicarse bien con uno mismo.

Creo que el equilibrio de uno mismo es importantísimo. Si no nos gobernamos a nosotros mismos, dejamos el ego en casa, incluso las malas pulgas a veces, es difícil relacionarse con los demás. Si uno no es capaz de controlar las emociones y de saber orientarlas es difícil que vaya a mantener relaciones de calidad con los demás.

¿Nuestros pensamientos determinan nuestros resultados?

Yo creo que sí. Si uno se pone metas bajas o le sirve un aprobado, al final te estás limitando a ti mismo. Sin volverse loco, en la vida hay que ponerse metas altas y pelear por ellas. Es la única manera de poder alcanzarlas. Y el disfrute está en el camino, si se llega, maravilloso, y si no se llega habremos disfrutado del camino. A mí tener retos es algo que me mueve.

¿Hay mucho postureo (profesional) en relación a la gestión de personas?

Creo que hay mucho postureo en general. Existe en la gestión de las personas, pero yo creo que existe en el resto de ámbitos de la gestión empresarial. Vemos ahora un termino que es la sostenibilidad ¿Cuántas organizaciones de verdad afrontan la sostenibilidad de una manera holística, transversal, y permiten que cale en su organización factores medioambientales, de buen gobierno? Muchas lo cuentan o lo venden pero, que realmente se lo crean y lo promuevan, son pocas.

Llevado a la gestión de personas sucede un poco lo mismo. Vivimos en un momento en el que se acuñan términos empresariales y todas las organizaciones tratan de generar sus impactos de comunicación dirigidos hacia ahí, y hoy en día pasan por la gestión de las personas, la sostenibilidad. Cada momento tiene los suyos, pero luego hay que ver qué hay detrás. Creo que ese postureo existe y, por desgracia, no lo vamos a cambiar.

Dicen que, a nivel profesional, el potencial sin realizarse se convierte en dolor.

Eso es frustración. Y gestionarla es muy complicado. Sucede también en otros ámbitos como el mundo del deporte o las aulas. El que no alcanza el reto que se plantea o no consigue eso, genera frustración y tolerarla no es fácil. Requiere de un trabajo con uno mismo, unas relaciones personales bien construidas para que te ayuden a afrontar ese tipo de situaciones.

A quién te gustaría ceder el relevo de esta entrevista?

A otro asturiano: Celso Alonso Cortina Logistics supply chain, de CEVA Logistics.

No hay comentarios

Publicar un comentario